Requiem por un campesino español
¿Dónde se rodó Requiem por un campesino español?
Por norma
general, las películas basadas en obras literarias tienen fama de no ser
demasiado fieles al concepto original. Todos lo hemos dicho en algún momento: “la
película no se parece en nada al libro”. La fama es justamente merecida en muchos
casos, y no se trata tanto de que el trabajo no se haya realizado en
condiciones: radica fundamentalmente en la extraordinaria dificultad que
entraña adaptar un libro al cine, con la considerable modificación de la trama que
puede llegar a suponer.
La evolución de un libro a largometraje no solo exige un profundo trabajo de adaptación del texto, que también. El mayor desafío consiste en reproducir las escenas tal y como se las haya podido imaginar el espectador. Para ello se impone una cuidadosa elección de los lugares de rodaje y, por supuesto, una selección de actores adecuada. Estamos todos de acuerdo en que es prácticamente imposible reflejar en una película todas y cada una de las ideas preconcebidas que puedan tener los posibles espectadores, pero no cabe duda de que un trabajo bien realizado conlleva excelentes resultados, y se nota cuando se han tratado con cuidado la adaptación, la ambientación y el elenco.
Cuando se publicó
la que pasaría a ser una de sus obras más conocidas, Ramón J. Sender ya llevaba
varios años exiliado en Estados Unidos, a consecuencia de la censura sufrida en
España durante la dictadura de Francisco Franco. Mosén Millán vio la luz en
México en 1953, y no fue hasta 1960 cuando recibió el título por el que la
conocemos actualmente: Requiem por un campesino español. Hubo que esperar hasta
1974 para que la novela pudiera publicarse en España, siendo considerada
actualmente como una de las mejores obras en español del siglo XX.
Yo vi la
película sin haber leído el libro. Eso me permitió percibirla de otra manera,
sin llevar una idea previa acerca de cómo iba a desarrollarse. Además, a la
hora de abordar la grabación del vídeo sobre los lugares donde se rodó, tuve
ocasión de debatir largo y tendido sobre la misma con mi amigo Alberto: él sí
leyó el libro antes de ver la película, y manifestó que ésta era muy fiel al
texto original, coincidiendo su opinión con la de los espectadores que la
vieron en su estreno. Por el contrario, también reconoció que ni la iglesia ni
el personaje de Mosén Millán (encarnado por el magnífico Antonio Ferrandis) se
parecían a lo que él había imaginado.
El personaje de un monaguillo que acompaña a Mosén Millán
es mi propio hermano; lo he oído contar tantas veces en casa…
El estreno de Requiem por un campesino español tuvo lugar en Zaragoza el 12 de
septiembre de 1985. Según relató Javier Ortega en su crónica para El País, Asunción
Sender (hermana del autor) estaba visiblemente emocionada, y afirmó que "es
una película muy buena, fantástica, pero el momento es demasiado fuerte para
mí, son tantas las emociones... El personaje de un monaguillo que acompaña a
Mosén Millán es mi propio hermano; lo he oído contar tantas veces en
casa..."
Lamentablemente Ramón J. Sender no llegó a ver cumplido su sueño de que el libro acabara convertido en película: murió tres años antes. Por fortuna sí tuvo la oportunidad de matizar detalles acerca de cómo quería que se adaptara el libro o, mejor dicho, de cómo no quería que se hiciera. Entre otras cosas dejó claro que había que huir a toda costa del baturrismo: “Lo más que puede hacerse en cuanto a baturrismo es bailar una jota el día de la boda de Paco. Nada más.”
Buena parte
de la responsabilidad del éxito de la adaptación la tienen Francesc Betriu y
Raul Artigot, directores de la película y de fotografía respectivamente. Ellos seleccionaron
las localidades de Arándiga, Chodes y Embid de la Ribera como lugares de
rodaje. La plaza ochavada de Chodes fascinó a Raul Artigot, mientras que
Francesc Betriu descubrió Embid de la Ribera de una manera totalmente casual,
quedando prendado de este pueblo al verlo desde la ventanilla del tren en que
viajaba.
Embid de la Ribera |
Han pasado
36 años desde el estreno de la película y, a pesar de que quien desconozca su
desenlace no tiene más que buscar en internet, no seré yo el que la destripe. Aunque solo sea por lo mucho que me impactó cuando la vi,
y teniendo en cuenta que tampoco pretendo hacer una descripción
cinematográfica, creo que lo mejor será que, si aún no la has visto, no pierdas
la ocasión de hacerlo.
--- ARÁNDIGA ---
Aunque
ninguno de los tres pueblos destaca por su tamaño, Arándiga es el que mayores
dimensiones tiene. La magia del cine requiere una buena base en cuanto a localizaciones
se refiere, y Arándiga aportó al largometraje una imprescindible calle con
longitud suficiente para poder ambientar la procesión de Semana Santa. También
tiene un paisaje espectacular en el que destaca la Sierra de Arándiga y, aunque
no se vean reflejados en la película, un precioso castillo de origen musulmán y
un Arco de la Villa que bien merecen ser visitados.
Requiem por
un campesino español reúne en un solo largometraje a una larga lista de grandes
intérpretes de nuestro cine. Antonio Banderas, Antonio Ferrandis, Emilio
Gutiérrez Caba, Fernando Fernán Gómez, Manolo Zarzo, María Isbert, Simón Andreu
y Terele Pávez son solo algunas de las destacadas figuras que componen el
elenco. Asimismo, hay que añadir a dos extraordinarios artistas para los que
esta fue su primera experiencia como actores: José Antonio Labordeta y José
Iranzo, cantador de jota más conocido como “El pastor de Andorra”. Precisamente este último es quien canta desde
el balcón ante el paso de la procesión: podéis verlo en el vídeo del canal de Youtube.
José Iranzo, "El pastor de Andorra" |
--- CHODES ---
No es de extrañar
que la plaza de Chodes encandilara a Raul Artigot. Sin llegar a ser un ejemplo
único a nivel nacional, sí se trata de uno de los mayores exponentes del
urbanismo aragonés del Renacimiento. La Plaza de Toros Vieja de Tarazona es
otro ejemplo de este tipo de arquitectura, quizá más conocido. Fue construida
con posterioridad a la de Chodes, y quién sabe si su planteamiento no estuvo influenciado
por esta misma. Precisamente la ciudad de Tarazona es protagonista de otro
artículo de Despoblados y Abandonados, ya que fue uno de los lugares de rodaje de
la película Vaya par de gemelos, de Paco Martínez Soria.
El actual caserío
de Chodes surge a consecuencia de la despoblación del pueblo primitivo,
motivada en buena parte por la expulsión de los moriscos. El núcleo original
estaba situado en un risco, junto al castillo: una localización claramente
ventajosa en cuanto a estrategia defensiva se refiere, pero que dificultaba
enormemente la vida diaria de los chodinos al encontrarse lejos de los campos
de cultivo.
Fue a finales del s. XVIII cuando el Marqués de Villaverde, que a la sazón era el propietario de las tierras, mandó construir un pueblo nuevo en una ubicación más adecuada, cerca de las huertas y del río Jalón. Encomendó la tarea al maestro Juan de Marca, que concibió el caserío como una plaza dodecágona en torno a la cual se situaban las viviendas y la iglesia. El paso del tiempo y el incremento de población hicieron crecer el núcleo, de manera que el concepto original acabó convertido en la plaza de España de la localidad.
José Antonio Labordeta en su papel de pregonero |
Mundial del pollo. Foto: José Antonio Ostáriz |
--- EMBID DE LA RIBERA ---
Embid es el
pueblo con el que más podemos asociar la película. Tiene lógica, ya que aquí están
rodados tanto la inmensa mayoría de los planos exteriores como el interior de
la iglesia. Está enclavado en plenas Hoces del Jalón: es un paraje natural impresionante
que proporciona una estética extraordinaria a la localidad. Sin desmerecer a Arándiga ni a Chodes, es
justo decir que Embid destaca por encima de ellas en lo que a paisaje se refiere.
CUARTEL DE LA GUARDIA CIVIL
CARALSOL
Ramón J.
Sender plasmó en todos sus libros multitud de detalles autobiográficos, y en
este caso no iba a ser menos. Ya lo dijo su hermana en el estreno de la
película: el personaje del monaguillo está basado claramente en el propio Ramón.
Este también quiso que la melodía tocada con flautas en la escena de Semana
Santa fuera la misma que se toca en Tauste, donde el autor pasó varios años de
su niñez. Pero quizá el detalle que más marcó a Sender y que más se destacó en
este largometraje fueron las cuevas: presentes en casi todos los pueblos de
España, fueron lugar de alojamiento y escondite para gentes de pocos
recursos o perseguidas por sus tendencias políticas, que malvivían en aquellos
rincones oscuros sin que nada se hiciera por remediarlo.
CUEVA DE LAS PARDINAS
EPÍLOGO
¡Qué importante es la correcta adaptación de un libro para que una película sea coherente! Pero tanto o más importante es seleccionar cuidadosamente los lugares de rodaje, y creo que en este caso todo se realizó con una factura impecable. Arándiga, Chodes y Embid de la Ribera son tres lugares maravillosos, con mucho encanto y multitud de rincones por descubrir, y te animo a que vayas a visitarlos en cuanto tengas la oportunidad. Lamento decirte que no encontrarás a Paco el del Molino hablando con Mosén Millan, y tampoco verás a las mujeres del pueblo comentar los chismes en el Caralsol: no te preocupes, estoy convencido de que tu imaginación hará el resto.
Y si te has quedado con ganas de más:
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