SEAT 850 Especial
Muchos se sorprenden acerca de lo
joven que es la compañía automovilística española por antonomasia. Mientras que
la mayoría de las marcas que conocemos tienen sus orígenes a comienzos del s.
XX o incluso a finales del s. XIX, SEAT vio la luz en plena mitad del s. XX, en
una España aún convaleciente de sus heridas de guerra.
SEAT 850 Especial |
SOCIEDAD ESPAÑOLA DE AUTOMÓVILES DE TURISMO
El Instituto Nacional de Industria llevó a cabo las
instrucciones del gobierno: la creación de una fábrica de automóviles propia. Las
conversaciones previas con la italiana FIAT habían dado sus frutos, y en 1950
quedó inaugurada la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, cuyo acrónimo
era SEAT. Un nombre muy adecuado y convenientemente escogido para que se
pareciera al de su prima tecnológica FIAT, que era acrónimo de Fábrica Italiana
de Automóviles de Turín. Y es que la vinculación entre ambas sociedades iba a
ser muy estrecha, ya que la española fabricaría bajo licencia algunos de los
vehículos de la italiana. Si bien el objetivo de SEAT era nacionalizar al
máximo los componentes de los coches que fabricaba, en lugar de importarlos de
Italia (como tuvieron que hacer al principio).
Factoría SEAT de la zona franca del puerto de Barcelona |
Hubo que esperar tres años para que fuera fabricado el primer vehículo en la recién inaugurada factoría en la zona franca del puerto de Barcelona. El 13 de noviembre de 1953 vio la luz el primer SEAT, modelo 1400, idéntico a su hermano FIAT y con matrícula B-87223. Esta unidad aún se conserva. El 1400 era un modelo medio dentro de la gama italiana, pero para España y sus condiciones económicas se trataba de un modelo de lujo que abarcó todos los sectores posibles: taxi, policía, estamentos oficiales, industria (con carrocerías especiales) y, por supuesto, uso particular.
El primer SEAT: el 1400 |
Cuatro años después
comenzó a comercializarse el SEAT 600, homólogo del FIAT 600, que contribuyó de
manera incuestionable a la motorización del país, poniendo al alcance de buena
parte de la población un medio de transporte más práctico, más cómodo y más
capaz que las motocicletas que hasta entonces muchos utilizaban.
SEAT 600 |
En 1960 salió a escena el 1400 C, que a pesar de llamarse
1400 no se parecía en nada a sus antecesores, ya que tomaba prestada la
carrocería de los FIAT 1800 y 2300, más grande y de estética mucho más moderna.
Tres años después SEAT adaptó a esta carrocería el motor de los FIAT 1500, de
mejores prestaciones que las del motor que equipaba hasta entonces el 1400 C,
dando así lugar a un nuevo modelo que habría de ser emblemático para la casa
española: el SEAT 1500.
SEAT 1400-C, que adelantaba la línea de su sucesor, el 1500 |
SEAT 1500 |
A comienzos de los años 60, la gama de vehículos que SEAT
ofrecía al mercado estaba muy polarizada. El modelo de acceso era un pequeño utilitario,
el 600, mientras que la siguiente opción era un vehículo de lujo (para nuestro
país), el 1500, existiendo una considerable diferencia económica entre ambos. Era
necesario incorporar un modelo intermedio que satisficiera a esa ingente clase
media que, poco a poco, se iba generando. Y llegó el 850.
La variada gama SEAT en 1971. Observad los precios y la distancia entre sí |
SEAT 850
El 850 nació en 1964, aunque no comenzó a ser producido en
España hasta 1966. Fue concebido como un super 600, en tanto en cuanto conservaba
buena parte de su concepto, aunque tanto la habitabilidad como las prestaciones
sufrieron una notable evolución. En aquella época no era lo mismo tener un 600
que tener un 850. El 850 era “mas coche”. Y era cierto.
SEAT 850 NORMAL y ESPECIAL |
El 850 ha sido sin duda uno de los vehículos más
polivalentes de los que que hayan podido disponer sus respectivos fabricantes.
FIAT es especialista en desarrollar múltiples versiones aprovechando una
plataforma ya existente, sobre todo en lo que a modelos pequeños se refiere. Los
más amortizados en ese aspecto fueron el 850 y el 128, que a la sazón fue el sustituto
del 850. Del 850 hubo versiones sedán de dos y cuatro puertas, coupé,
descapotable, furgoneta y un sinfín de modelos únicos elaborados por carroceros
especiales. En España solo conocimos las berlinas de dos y cuatro puertas y sus
variantes deportivas.
FIAT 850T |
El 850 es lo que se conoce como un todo atrás: motor trasero y propulsión.
Los vehículos con este tipo de distribución mecánica llevan el maletero en la
parte delantera de la carrocería, y en numerosas ocasiones tienen un segundo
hueco para dejar objetos entre el asiento trasero y el vano motor. Esta
distribución de pesos condiciona la dinámica del coche a la hora de ser
conducido, ya que la parte delantera es muy ligera y la potencia proviene de la
parte posterior.
SEAT 850 4 PUERTAS ESPECIAL LUJO |
Todos los modelos sedán equiparon un motor con 843 cc.,
aunque la potencia variaba en función del nivel de acabado. Los modelos N y D tenían
una potencia de 37 cv. y una velocidad máxima de 125 km/h, mientras que los
Especial y D Especial tenían 47 cv., alcanzando hasta 135 km/h.
Miedo me daría adelantar en las condiciones que dice el anuncio. Publicidad de antaño |
El modelo Coupé estaba propulsado por un motor de 903 cc. y 47 cv., que lo lanzaban hasta los 140 km/h. Tanto el Sport Coupé (su sustituto) como el Sport Spider (descapotable) equipaban el mismo motor de 903 cc. pero con potencias de 47 y 52 cv., logrando velocidades de 145 y 150 km/h respectivamente, excelentes prestaciones para la época.
SEAT 850 Coupé |
SEAT 850 Sport Coupé |
SEAT 850 Sport Spider |
Al 850 le duró poco tiempo eso de ser el hermano mediano: en
1968, dos años después de su lanzamiento, apareció en escena el 124. El que
estaba llamado a ser vehículo medio de la casa era de concepción mucho más
moderna: tenía un motor más potente, mejores prestaciones, mayor amplitud de
habitáculo y maletero, asientos más cómodos y, sobre todo, una estética moderna
y con mayor empaque que la del 850. La
historia se repetía: comprar un 124 suponía dar un paso más con respecto
al 850, porque el 124 era "más coche”. Y era cierto.
SEAT 124 |
A comienzos de los años 70 nació una nueva gama de
vehículos polivalentes: los todo delante, con motor y tracción delanteras. Este
tipo de vehículos aprovechaban de manera mucho más eficiente el espacio
disponible, y el más adecuado reparto de pesos hacía más sencilla su
conducción, de modo que los coches con motor trasero como el 850 fueron directamente
aniquilados por los novísimos Renault 5 y SEAT 127, considerablemente más
modernos.
Finalmente, en 1974 y tras 662.832 unidades producidas, el
SEAT 850 dejó de producirse.
850 ESPECIALES RAZONES EN PATERNOY
Paternoy es una aldea que tiene mucho que ofrecer. Quizá no
lo parezca a simple vista, pero basta con dar un paseo por las que fueron sus
calles y recorrer sus mágicos rincones para darse cuenta de que estamos en un
sitio especial. Os recomiendo que leáis el artículo y veáis las fotos, no os
arrepentiréis.
Paternoy tiene una razón Especial para ser visitada. Una
razón que equivale a 850 Especiales razones.
El paso del tiempo se ha cebado con él, y el vandalismo no
ha contribuido a que el coche se conservara en mejores condiciones. Aunque bien
mirado, podría estar peor. En este estado y en este lugar supone un aliciente
magnífico, un elemento agradecido al que sacar decenas de fotos y con el que
disfrutar. Vale la pena dedicarle unos minutos.
El SEAT 850 tiene cara triste, y en este caso es con motivo |
A tenor del estado del coche podemos deducir que lleva ahí
unas cuantas décadas. Por lo tanto, imagino que el camino de acceso estaría en
mejores condiciones de las que está ahora. En verdad el camino no es malo, pero
hay un par de tramos de grava profunda que podrían hacer pasar apuros a un
coche de rueda estrecha como es el 850. En cualquier caso, llegar allí con un cochecito semejante es de toda una proeza.
Casi un 850 Especial |
En contraste con el blanco del interior, el exterior luce un tono rojizo que no parece ser causado únicamente por el óxido. Probablemente el coche fuera originalmente blanco y pintado de rojo con el paso de los años. Aun conserva fragmentos blancos y, lo que es más sorprendente, algunos cromados siguen brillando y resistiendo ante la oxidación.
Cualquiera que tenga un coche moderno y haya tenido que
cambiar una bombilla sabe lo complicada que puede llegar a ser esa tarea. Sin
embargo, en los coches antiguos se trata de una labor de lo más simple. En la
mayor parte de los casos era necesario desmontar el faro, para lo cual bastaba
un simple destornillador con punta Philips. Aquí ya no queda faro que
desmontar, y el saltamontes puede descansar tranquilo a cobijo de la parábola.
Sencillez máxima en las luminarias |
Parábola donde se insertaba el faro, hoy parada de descanso de un saltamontes |
El esquema de suspensiones delantero del 850 es del tipo independiente,
con sistema McPherson en cada rueda y con ballesta transversal como elemento flexible.
Una tecnología sencilla y eficaz, aunque con tendencia a los rebotes en suelo
irregular. La suspensión trasera es McPherson, con muelle y amortiguador. Este 850
ya lleva frenos de disco en las ruedas delanteras, mientras que en las traseras
equipa tambores. Los frenos de disco fueron una revolución en los automóviles
de finales de los 60 y comienzos de los 70, ya que mejoraban la calidad de la
frenada y por tanto incrementaban la seguridad activa. Los Renault 8 fueron de
los primeros vehículos en equiparlos, y en la luna trasera llevaban una
pegatina que advertía: ¡Atención… Frenos de disco!
Detalle de la suspensión delantera del 850 |
Pegatina instalada en los Renault 8 |
Ver este motorcito invita a la sonrisa, porque parece de
juguete. Y eso que es capaz de empujar el coche hasta los 135 km/h. ¡Cuánto han
cambiado los coches en unas décadas! El radiador se antoja ridículamente
pequeño, lo mismo que el resto de componentes mecánicos.
Motor en posición longitudinal. A la derecha, radiador y bomba de agua con ventilador |
Aún tiene tres de las cuatro bujías, que han cogido un bonito tono rosa. Inmediatamente debajo está el motor de arranque |
Muchos recuerdan los viajes que hacían en coches como este: cinco o seis de familia, hacinados en el espacio existente y cargados hasta arriba de enseres. Si bien es verdad que la talla media de los españoles ha crecido mucho y no es comparable, hay que entender que en aquella época de carestía había que aprovechar lo que se disponía. Mientras que ahora una familia con dos hijos necesita un monovolumen grande, hace cuarenta años había familias que hacían dos y hasta tres viajes hacia la segunda residencia para llevar a toda la prole, padres políticos incluidos, y todos los aparatos necesarios para pasar el verano.
Pedales muy pequeños y muy juntos. Escaso espacio disponible. |
Ya en aquella época se fabricaban los coches con simetría,
para economizar en la adecuación de aquellos modelos que dispusieran volante a
la derecha. El cuadro de instrumentos era muy pequeño, y contenía lo básico:
velocímetro graduado hasta 140, nivel de gasolina y temperatura del agua,
además de los testigos de carga de alternador, exceso de temperatura de agua, presión
de aceite y reserva de gasolina.
Simetría en el tablier |
Interior del FIAT 850 |
Detalles del interior. Elevalunas manual, con su mecanismo
de rueda dentada y cuerda de acero. Reposabrazos de espuma rígida forrado en
material plástico y tirador de apertura de puerta metálico. En los vehículos
actuales se han sustituido casi todos los elementos de metal cromado por otros
de plástico.
Maneta elevalunas |
Mecanismo elevalunas |
Maneta de la puerta y tirador reposabrazos |
El depósito de combustible está ubicado detrás del respaldo
del asiento trasero, justo sobre el eje posterior. Para llenarlo es necesario
abrir el capó del motor, ya que la boca de llenado está en su interior. Esto
era habitual en muchos coches de la época, y con los años se sustituyó esa
ubicación por el hueco que hay bajo el asiento trasero, considerado el lugar
más seguro del coche.
Gracias a la acción del óxido ahora podemos ver el depósito de combustible |
Detalle del anclaje del asiento trasero |
EPÍLOGO
¿Cuándo llegó allí? Por la época de fabricación yo diría
que lo hizo con posterioridad a la despoblación de Paternoy. ¿Por qué acabó
allí? ¿Quien lo subió lo hizo con la idea de abandonarlo? ¿Se quedó averiado y
no se molestaron en repararlo? Quién sabe.
Desconozco cuánto tiempo durará este coche, aunque creo que,
y siempre que el hombre no acelere el proceso, pasarán décadas hasta que desaparezca
del todo. Será interesante ver como poco a poco el óxido va deshaciendo la
carrocería hasta que, un día, quede convertido en un montón de plásticos y
aluminio. No creo que lleguemos a verlo.
Si os ha gustado este coche, os recomiendo que no perdáis de vista el reportaje de la web Lugares Abandonados, que os mostrará otra interesante forma de verlo.
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