¡Vaya par de gemelos!
Tarazona tiene sobrados motivos para ser considerada una de las ciudades más bonitas de España. La diversa tipología de los habitantes que ha tenido a lo largo de sus más de dos mil años de existencia ha dejado una huella imborrable en su trazado urbano, que alberga muchos e interesantes edificios propios de las múltiples culturas que la han habitado en algún momento de su historia. Gustavo Adolfo Bécquer la frecuentó en numerosas ocasiones, y la llegó a denominar como la pequeña Toledo aragonesa, por la similitud de su trama urbana con la de la capital manchega. Así mismo Tarazona fue lugar de nacimiento de multitud de personajes ilustres de España, abarcando todo tipo de categorías sociales, intelectuales y culturales. Los hubo religiosos, como San Atilano, que fue el primer obispo de Zamora; políticos, como Gabriel Cisneros, que fue uno de los padres de la Constitución; y culturales, como los actores Marisa Porcel, Raquel Meller y Paco Martínez Soria.
PACO MARTÍNEZ SORIA
A pesar de que apenas
residió en Tarazona, porque siendo muy niño su familia emigró a Madrid y
posteriormente a Barcelona, Paco Martínez Soria siempre llevó a gala su origen
aragonés y su nacimiento turiasonense, que tuvo lugar en 1902. Desde muy joven
apostó por el teatro, trabajando mucho para labrarse un hueco en el mundo de la
escena, cosa que finalmente logró. Giras por provincias, deudas para hacer crecer
la compañía, y una película, La ciudad no es para mí, que le dio el
espaldarazo definitivo y marcó el inicio de una trayectoria ascendente, que
resultó imparable hasta su fallecimiento en 1982.
Por norma general,
tanto sus obras de teatro como sus películas se basaban en un humor blanco, pensado
para que pudiera verlo toda la familia, sin estridencias ni palabras
malsonantes. Un cine comercial que no gozó (ni goza) del agrado de los
críticos, pero que le sirvió para crearse la imagen de “abuelo de España” y
triunfar. Ver salir a escena a Paco Martínez Soria y escuchar la risa
del público era todo uno, aunque ni siquiera hubiera comenzado a actuar. Existen grabaciones
oficiales de varias de sus obras de teatro en directo, y hay largos fragmentos en los
que no se oye más que la risa del público. Hombre de teatro, en él invirtió
todo su sudor y su dinero, y el teatro Talía de Barcelona representó todo su
esfuerzo y su lucha por las tablas. Apoyó a numerosos actores jóvenes, como
fueron Alfredo Landa (a quien consideraba su "sucesor"), José Sacristán, Julia
Gutiérrez Caba o Luis Varela.
Paco Martínez Soria no
tenía más que catorce o quince obras de teatro en su repertorio, que modificaba
e iba reponiendo conforme pasaba el tiempo. Muchas de ellas acabaron siendo éxitos cinematográficos. Todas las películas que rodó desde 1966
están basadas en éxitos teatrales precedentes, en ocasiones con muchos años de
trayectoria. Algunas de ellas estaban escritas específicamente para él, como
fueron La ciudad no es para mí, Te casas a los 60 ¿y qué? o ¡Guárdame el
secreto, Lucas!
¡GUÁRDAME EL SECRETO, LUCAS!
Dionisio Ramos fue el manager de Paco Martínez Soria. La relación entre ambos era extraordinaria, y Dionisio era considerado un miembro más de la familia. Le gustaba escribir en sus ratos libres, y de su puño salieron dos obras de teatro que Martínez Soria representaría en los escenarios y, posteriormente, llevaría a la gran pantalla. Una de ellas fue Te casas a los 60 ¿y qué?, que en su versión cinematográfica se llamó Es peligroso casarse a los 60. La otra fue ¡Guárdame el secreto, Lucas!, basada en una obra de Abati y Reparaz.
Joaquín Abati y Federico Reparaz fueron dos conocidos dramaturgos de comienzos del siglo XX. Ambos compusieron a nivel individual numerosas obras de teatro, sainetes y zarzuelas, y en algunas ocasiones colaboraron de manera conjunta, como sucedió con la obra de tres actos Los hijos artificiales. En ella se narra la historia de un juez de paz que se inventa un hijo extra matrimonial, con el fin de usarlo de tapadera para sus viajes a la ciudad a correr juergas y llevar una vida dispersa. Con el tiempo, el falso hijo se presenta en el pueblo donde este juez reside habitualmente, lo que le causa numerosas complicaciones. ¿Os suena el argumento?
El Teatro Talía era propiedad de Paco Martínez Soria |
¡Guárdame el secreto,
Lucas! aborda la vida de dos hermanos muy diferentes entre sí: Lucas y Pedro.
Lucas es un hombre apocado, que vive sometido a las órdenes de su esposa
Mariana, que dirige con mano de hierro la vida de ambos. Por el contrario,
Pedro vive plácidamente con Julia, la millonaria propietaria de una fábrica de
chocolate. Pedro se aburre con ese tipo de vida, y decide inventarse un
hijo para poder sacarle dinero a su mujer y escaparse a ver a su amante. Para
ello utiliza fotos y enseres personales de Jorge, un compañero de la pensión que
utiliza para sus encuentros. Lo que Pedro no sabe es que Jorge es el novio de
su hija Pilar, y todo se complica el día que este se presenta en su casa para pedir
la mano de la muchacha.
¡VAYA PAR DE GEMELOS!
“¡Vaya par de gemelos!” se estrenó en 1978, y está basada en la obra de teatro ¡Guárdame el secreto, Lucas!, aunque con modificaciones en la trama. La más destacada fue convertir a los hermanos en gemelos, algo totalmente imposible en el teatro y rara vez realizado en el cine hasta entonces. La técnica se llama split screen (pantalla partida) o twinning (podría traducirse como “gemelización”), y probablemente esta fuera la primera película española en la que se aplicó. No solo exige el doble de trabajo por parte del actor principal, que tiene que encarnar a dos personajes (habitualmente muy diferentes entre sí), sino que además requiere filmar por duplicado cada secuencia en la que aparecen juntos, proyectándolas posteriormente por separado en otra película nueva para componer la secuencia completa, y aprovechando los elementos del decorado para disimular la unión entre ambas mitades de película. A día de hoy, y gracias a la informática, este trabajo es mucho más sencillo.
Todas las escenas están
rodadas en las calles y comercios de Tarazona, excepto algunos planos
exteriores que fueron rodados en Zaragoza. Salvo los actores principales, el
resto de figurantes y extras fueron los propios habitantes de la localidad. ¡Vaya
par de gemelos! pretendió ser un homenaje de Paco Martínez Soria a su ciudad
de nacimiento, y basta con escuchar los testimonios de los turiasonenses para
afirmar que el objetivo fue cumplido: todos hablan con cariño del rodaje, de
cómo participaron en él y de lo cercano que siempre fue con ellos Paco Martínez
Soria.
CASA MARIANA
¿Cinco
hermanas? ¡Voy a ser el padre universal!
De los dos hermanos que protagonizan ¡Vaya par de gemelos!, Lucas es el más retraído. Se casó con Mariana (María Isbert), una mujer de carácter muy duro, y juntos regentan la tienda de drogas y comestibles “Casa Mariana”. Decir juntos es mucho decir, porque es realmente Mariana la que dirige tanto la tienda como el matrimonio. Trata a Lucas de atolondrado, y va detrás de él para cerciorarse que hace las cosas como debe hacerlas. Su vida transcurre entre la tienda, la casa y el bar, donde comenta que “la Mariana no me da más que lo justico p’al tabaco y para de contar” [sic].
El exterior de “Casa Mariana” se puede ver con todo detalle al comienzo de la película, mientras Mariana le indica a Lucas todo lo que no puede olvidarse cuando vaya a recoger el pedido de productos para la tienda. Poca confianza tiene en el pobre hombre, que sufre por el “clavario” que le supone aguantar a esa mujer, y se resigna a coger el motocarro y cumplir con sus obligaciones.
Lucas aguanta las recriminaciones de Mariana |
Exterior del ultramarinos en 2020 |
Exterior de la casa en 2007 |
Exterior de la casa en 2020 |
Los turiasonenses recuerdan la tienda de comestibles, que existió realmente y era propiedad de la Sra. Antonia y el Sr. Teodoro, aunque no se llamaba “Casa Mariana”. Se trataba de un ultramarinos muy pequeño pero que surtía de todo lo necesario a los vecinos.
Ante la escasez de
furgonetas pequeñas, los motocarros fueron una solución económica y práctica
para aquellos comerciantes que necesitaban un vehículo práctico con el que
trabajar. Los más primitivos no eran más que una motocicleta con un carro
adosado (de ahí viene su nombre), pero con el paso del tiempo los vehículos
fueron evolucionando hasta convertirse en pequeñas furgonetas de tres ruedas,
como es el caso del Trimakar TRI 70 de Lucas.
FÁBRICA DE CHOCOLATES “LA ANGELITA”
¡Qué
celebro! Qué celebro madre, y qué bien culculao todo
A diferencia de Lucas, Pedro es mucho más despierto. Demasiado. Está casado con Julia (Margot Cottens), la acaudalada propietaria de la fábrica de chocolates “La Angelita”. Tienen una hija en común, Pilar (Inma de Santis), que está prometida con el boticario. Su vida es mucho más cómoda… y más aburrida. Tan es así que, con el afán de divertirse y dar rienda suelta a su lívido, decide inventarse un hijo previo al matrimonio. El hijo le servirá como excusa para sacarle dinero a Julia, que es muy despistada y confía plenamente en Pedro, y podrá irse a Madrid a ver a su amante, que es una vedette de un conjunto.
Qué diferente es la despedida de ambos hermanos por parte de sus mujeres. Mientras que Mariana le recrimina a Lucas que es un vago y que no debe olvidarse nada, la despistada de Julia le pide a Pedro que conduzca con cuidado, que vaya despacio y no adelante a nadie, y es a ella a quien se le olvida meter el cepillo de dientes en la maleta… y la maleta en sí misma. También hay grandes diferencias en el vehículo que utiliza cada uno: Lucas usa un humilde motocarro, mientras que Pedro viaja en un lujoso Opel Commodore GSE, con motor de seis cilindros y 160 cv.
Pedro se monta en el coche mientras Julia le da consejos |
Julia se despide de Pedro... y se olvida de darle la maleta |
La supuesta fábrica de chocolate aparece en otra secuencia, cuando Lucas acude a Pedro en busca de consejo para quedarse con las diez mil pesetas (60 €) que le ha sisado a Mariana.
Las puertas de los Trimakar son fácilmente desmontables |
Martínez Soria siempre fingía tropezarse en alguna escena, para desgracia del director de turno |
La fábrica que aparece
en la película era realmente una fábrica de harinas, y se llamaba “Viuda de
Marqueta”. Esta fábrica ejemplifica el poderío industrial que alcanzó Tarazona
a comienzos del siglo pasado. Fue levantada en 1919 y está construida en piedra
y ladrillo, con columnas de fundición y tejado de Uralita. En su estética se
intentó recuperar un lenguaje clásico, con la finalidad de alejarse del
modernismo, ya pasado de moda. Se trata de una fábrica de pisos, así catalogada
por estar dividida interiormente en diferentes plantas que albergaban las
distintas máquinas. El edificio principal de la fábrica sufrió un incendio en
los años 80, quedando en pie únicamente su estructura exterior. La superficie
total del conjunto es de casi cinco mil metros cuadrados, y actualmente está a
la venta.
Exterior de la fábrica de harinas poco después de su inauguración. Autor desconocido. |
Comparativa aérea temporal de la fábrica de harinas |
Plano general de las instalaciones |
TARAZONA Y EL QUEILES
Chico,
pues ya me había hecho a la ilusión yo de que era la Mariana la que se había espachurrao…
bueno, que me había hecho al ánimo
Lucas y Pedro van de camino a sus respectivos cometidos. Lucas debe detenerse para revisar el motocarro, mientras Pedro se desplaza cómodamente en su Opel. Ambos se cruzan en el río y conversan acerca de sus diferentes obligaciones, sobre todo en el caso de Pedro, cuya “obligación” es ver a su amante y correrse una juerga.
Tarazona y el Queiles en 1978 |
Tarazona y el Queiles en 2020 |
A pesar de no tratarse de un lugar abandonado como tal, he querido mostrar esta localización por ser el primer fotograma en que aparecen juntos. Esta secuencia está rodada en el actual paseo de la Constitución, junto al Queiles, y constituye una de las imágenes más conocidas de Tarazona: el río en primer plano y la torre de La Magdalena destacando sobre la ciudad. Bajo esa torre, en la plaza de la Cárcel Vieja, viven Lucas y Mariana.
ESTACIÓN DE LA NAVA
¡Vaya! Ya
se ha escachao otra vez. Esta Mariana cree que esto es un Pegaso…
Lucas debe ir con periodicidad a la estación, donde recoge los comestibles y productos de droguería que posteriormente venderán en el ultramarinos. Pero Mariana no se da cuenta de que el motocarro tiene un límite, y acaba pinchando una rueda.
Restos del trazado de la línea. Al final de este tramo hay un túnel |
Magníficas vistas del campo soriano, con la primavera en su máximo apogeo |
GASOLINERA
EPÍLOGO
De todas las películas
de Paco Martínez Soria, quizá sea esta la que mejor ha aguantado el paso del
tiempo. Tiene un argumento que, con pequeñas modificaciones, podría
representarse perfectamente en la actualidad. Es una comedia de enredo
sencilla, sin más pretensiones que hacer reír con juegos de palabras y dobles
sentidos. ¡Vaya par de gemelos! se diferencia de la mayor parte de las
películas que ha protagonizado, dejando a un lado el arquetipo de patriarca que une a la familia y se preocupa por la descendencia. Bueno, normalmente
se preocupa porque quiere descendencia, y en este caso se preocupa por el
exceso de hijos.
Quiero mostrar mi más sincero agradecimiento a los miembros del grupo de Facebook “Fotos antiguas de Tarazona
y sus gentes”, que respondieron rápidamente y de manera muy agradable a mis
preguntas acerca del ultramarinos. Son un conjunto de personas entrañable que
mantienen vivo en las redes la historia y el recuerdo de su ciudad, y eso merece
respeto y admiración.
REFERENCIAS
- DOCUMENTALES
- El precio de la risa – Gabriel Lechón y Pablo Urueña
- LIBROS
- Breve aproximación a la arquitectura industrial de Tarazona – Mª Pilar Biel Ibáñez
- Catálogo del patrimonio cultural – Plan General de Ordenación Urbana de Tarazona (2015)
- El don de la risa: Don Paco Martínez Soria – Javier Lafuente González
- PÁGINAS WEB
- Cinemanía
- Don Paco Martínez Soria
- Fotos antiguas de Tarazona - Grupo de Facebook
- Instituto Geográfico Nacional
- Sede electrónica del Catastro
Muy buen trabajo!!!!
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Juan! Celebro que te guste, y confío en que te gusten los que vengan después =)
EliminarImpresionante trabajo de archivo e investigación. Lo he disfrutado a tope!
ResponderEliminar¡Muchas gracias! =)
EliminarBuenas tardes; soy el creador de la página web de don Paco, y hay un error. Dionisio Ramos, no escribió Guárdame el secreto, Lucas, el tan solo la reformo. La única que escribió para don Paco fue Te casas a los 60...¿Y qué?, también escribió alguna más, pero no llegó a estrenarlas, por lo demás muy buena la labor. Saludos y gracias por citar la fuente de mi web.
ResponderEliminarBuenas tardes, Óscar.
EliminarTienes razón, y así quise indicarlo en el artículo, pero ahora que lo leo me doy cuenta de que no se entiende como yo pensaba. Como bien dices, Dionisio Ramos no es el autor de ¡Guárdame el secreto, Lucas!", sino que esta es una adaptación de "Los hijos artificiales", de Abati y Reparaz. Agradezco tu apunte, que me servirá para poder corregir el texto del artículo, y celebro que hayas aparecido por este blog: llevo más de 15 años siguiendo tu página, en su momento la devoré con ansia.