Ermita de la Virgen del Espinar
El agua se iba acumulando. De forma lenta, pero progresiva. La construcción del embalse de Pedrezuela había
terminado, y ahora solo quedaba llenarlo de agua y utilizarlo como
correspondía. Un agua que, centímetro a centímetro, inundaba y se apropiaba de
un terreno que hasta entonces no le pertenecía: caminos de servidumbre, campos
de cultivo, charnaques de aperos de labranza… y una ermita, la de Nuestra
Señora del Espinar, a la que, por ser su patrona, todos los años acuden en
romería los vecinos de Guadalix de la Sierra.
El ayuntamiento lo
tenía todo calculado. No había alcanzado el agua la base de la ermita original
cuando ya estaba prácticamente terminado el nuevo templo que acogería la imagen
de la virgen. Para ello se había contado con los servicios de un prestigioso arquitecto,
D. Miguel Fisac, que a pesar de ser conocido con el sobrenombre de “arquitecto
de las iglesias”, contaba entre su obra con edificios emblemáticos de carácter tanto
profano como religioso. Por desgracia, el consistorio no había previsto el
rechazo de los vecinos al resultado final de la nueva ermita, y con el tiempo esta
quedó completamente abandonada a su suerte, debiendo realizarse la construcción
de un nuevo templo. Mientras que la nueva ermita gozó de la opinión favorable
de los feligreses, la ermita original se dejaba ver en las bajadas de nivel del
embalse, presentando cada peor aspecto, hasta que finalmente se desplomó por el
peso del agua. La ermita de Fisac quedó olvidada, mirando al pueblo y al embalse,
como metáfora de lo marginado que estuvo su creador durante décadas.
La primera ermita de la Virgen del Espinar
--------- MIGUEL
FISAC ---------
Se tituló como arquitecto
en 1942, obteniendo asimismo el Premio Superior. Desde el principio de su
carrera huyó de las tendencias constructivas que le mostraron sus maestros, sintiéndose
más identificado con corrientes contemporáneas como el neoempirismo y el organicismo
nórdico. Él concebía la arquitectura como un elemento social que estaba al servicio
del ser humano, cuya finalidad era proporcionarle refugio, serle de utilidad y,
por encima de todo, resultarle económica en su construcción. Con el paso de los
años su estilo fue cada vez más personal, haciendo que sus obras no pasaran
inadvertidas y fueran inconfundibles.
Miguel Fisac, posando junto a secciones de sus famosas vigas hueso
Habiendo alcanzado la
madurez personal y profesional, dejó volar su imaginación y se expresó con el
hormigón armado y pretensado. Lo consideraba el material perfecto para la
construcción. La finalidad era diseñar edificios eficientes, sin columnas, que
permitieran una adecuada iluminación, y todo ello aplicando el material imprescindible,
reduciendo el coste de construcción al mínimo. Fruto de esos estudios son las
vigas hueso, presentes en muchas de sus creaciones, que permitían salvar
grandes luces sin necesidad de columnas. Se adelantó a su tiempo, investigando
y aplicando en sus diseños encofrados flexibles y cubiertas postensadas. Su prestigio
creció notablemente, lo que le permitió cada vez mayor libertad a la hora de elaborar
sus creaciones.
Centro de Estudios Hidrográficos, cubierto de vigas hueso
Vivienda particular de Miguel Fisac, ubicada en el Cerro del Aire. Se aprecia con nitidez el empleo de las vigas hueso
Era un hombre profundamente
religioso. Conjugó su religiosidad con su estilo austero y minimalista, y lo plasmó
en todos los edificios religiosos que diseñó. El carácter de los mismos era
sobrio y asimétrico, con paredes desnudas, mezclando vidrieras monocromáticas y
multicolor y contrastando paredes rectas con muros curvos y tensados. Muchas de
sus iglesias tenían planta en forma de cuña, de manera que los laterales del
templo convergieran en un punto de fuga ubicado en el altar mayor, atrayendo
por tanto la atención de los fieles hacia el sacerdote.
Iglesia de Los Dominicos, en Madrid
Iglesia de Santa Ana y la Esperanza, en Madrid.
Altar de la Iglesia de Santa Ana y la Esperanza, en Madrid
Escalera en la parroquia de San Pedro Mártir, de los Dominicos
Detalle de la escalera: la viga sobre la que se sujetan los escalones no llega a tocar la pared
Miguel Fisac fue
miembro numerario del Opus Dei, aunque confiesa que se arrepintió de haber
entrado en “la Obra” desde el primer día, tras comprobar de primera mano que
aquello no era lo que sus dirigentes manifestaban: el “medio cristiano de
salvación del mundo”. Tuvo numerosos desencuentros con José María Escrivá de Balaguer,
y con el paso del tiempo, vio en primera persona como la Obra dejó de ser una organización
humilde y sencilla para convertirse en una máquina de engendrar dinero y poder.
Tardó años en conseguir que le permitieran salir de la organización, y después
de negarse a pertenecer a ella de una forma más privilegiada, comenzó a sufrir el
acoso por parte de quienes hasta entonces habían sido sus hermanos. Pasó
décadas ignorado tanto por la gente que continuaba perteneciendo a la obra como
por otros que, habiéndose considerado anteriormente perjudicados por su éxito,
ahora se beneficiaban de su desgracia. A
río revuelto, ganancia de pescadores.
--------- LA PAGODA ---------
O cómo empezar la casa
por el tejado
A mediados de los años
60, Miguel Fisac aceptó el encargo de los Laboratorios Jorba para diseñar el conjunto
industrial que acogería sus instalaciones. Debía estar compuesto por laboratorio,
almacenes y oficinas, y estas últimas debían ser un elemento representativo
dentro del recinto, un reclamo publicitario que sería visible desde la carretera
N-II, situada a los pies de la parcela.
Para lograr tal fin,
aplicó a este proyecto todos los conocimientos y avances de los que disponía. Se
impuso la racionalidad y la eficacia, y las estancias se diseñaron de manera
que se redujeran al mínimo los recorridos internos. En las zonas de producción
y almacenaje, las cubiertas estaban sostenidas por sus famosas vigas hueso, lo
que permitía superficies diáfanas de considerable extensión. El edificio de oficinas
fue concebido como una torre anuncio, y para ello el arquitecto giró cada
planta 45º con respecto a la inmediatamente inferior, dando continuidad al enlace
entre plantas a base de paraboloides simétricos. Se construyó de arriba abajo,
para evitar que las salpicaduras de hormigón estropearan la estética lisa de los
enlaces entre las plantas. La cubierta fue rematada con puntas. Por su peculiar estética
le sobrevino el apodo de “La Pagoda”, y la torre se convirtió en todo un
reclamo y un símbolo: en aquella época, y dada su ubicación, pasar por debajo
de La Pagoda indicaba que se estaba entrando o saliendo de Madrid.
Alzado del proyecto de los Laboratorios Jorba
Planta de la torre. Los salientes de las respectivas plantas conforman un octógono
Construcción del edificio desde la cubierta hasta la base
Detalle del empleo de vigas hueso en los almacenes y laboratorios
La Pagoda
Impecable enlace entre plantas utilizando paraboloides simétricos
Entrados los años 90, los Laboratorios Jorba vendieron sus instalaciones de Madrid. Los nuevos propietarios
manifestaron su intención de derribar el conjunto aunque salvando La Pagoda, a
la que deciden renombrar “Edificio Miguel Fisac”. Semanas después de rebautizar la
torre, y para desconcierto de los madrileños, las máquinas excavadoras
iniciaron el proceso de demolición de tan emblemático edificio. Esto
desencadenó las protestas tanto de arquitectos nacionales como extranjeros,
pero el mal ya estaba hecho. La pregunta es: ¿por qué?
Proceso de demolición de La Pagoda
Crónica de la demolición en el diario ABC
Según las palabras del propio
Miguel Fisac, la Pagoda murió de éxito. La nueva propietaria de las instalaciones
solicitó la licencia para demoler parte del conjunto, y el Ayuntamiento de
Madrid la aprobó a cambio de que también fuera derribada La Pagoda. Hubo
manifiestas irregularidades a la hora de votar la aprobación de esta licencia: el
recuento oficial indica que hubo unanimidad en la aprobación de la demolición,
mientras que cuatro de los siete vocales lo desmienten. Además, existen discordancias
entre las fechas de reunión que figuran en las actas y las que aparecen en la
licencia concedida. Por si esto no fuera suficiente, resulta sorprendente que tan
emblemático edificio no estuviera incluido en el Plan de Urbanismo de Madrid de
1997, según palabras de su gerente, Luis Armada, “por tener un diseño funcionalmente
incorrecto”. Su inclusión en este listado lo habría protegido y no habría tenido tan triste final.
Es más que evidente que
había un gran interés en evitar que La Pagoda siguiera en pie. Su fama
internacional la predecía, y el Opus Dei no estaba dispuesto a consentir que permaneciera
en pie un edificio que luciera y engrandeciera el nombre de Miguel Fisac.
Verano de 2017
La ermita de la Virgen del Espinar, poco después de ser abandonada
Llevaba días planeando
una excursión para visitar lugares abandonados, y tenía muy claro cual iba a ser la
primera parada: aquel edificio extraño del que no sabía absolutamente nada y
que veía junto a la carretera cada vez que pasaba por Guadalix de la Sierra. En ningún mapa se indicaba lo que era, y tampoco aparecía reseñado en ninguna web
de la localidad, de modo que la única solución era verlo in situ.
Está situada en un
plano junto a la carretera, aunque a una cota superior. Todo el perímetro del
recinto está rodeado por un muro de contención elaborado con bloques de piedra,
seccionado en su parte frontal para albergar una escalera de acceso, que nace en el borde de la carretera y finaliza en la fachada de la ermita. Teniendo en
cuenta que fue construida en 1969, y que en aquella época las carreteras no eran tan anchas como lo son ahora, imagino que la escalera arrancaría desde un
camino o acera.
Muro de contención con escalera de acceso
El muro de contención presenta contrafuertes para aumentar su resistencia
Es de trazo sencillo y tiene
cierta estética rural, fruto de la intención del arquitecto para mimetizar la ermita
con el entorno. Está compuesta por una sola nave de trazado rectangular, cuyo
lado más largo corresponde a la fachada principal. Esta es completamente abierta,
y tiene delante un porche con tres arcos apuntados. El suelo está lucido con baldosas
de terrazo y tiene doble altura, correspondiendo la zona más elevada al altar.
La pared izquierda hace chaflán, y a la derecha de la nave hay una espadaña en la
que probablemente hubo una campana. Detrás de esta hay un pequeño cuarto que
comunica el altar con la parte posterior de la ermita y que hacía las veces de
sacristía.
Porche con arcos apuntados
Vista de la nave desde el porche. Se aprecian restos del cerramiento.
Altar de la ermita
Parte posterior
Es uno de los abandonos
más sencillos que he visitado nunca. Tardé poco tiempo en recorrerlo, y
mientras conducía en dirección a mi siguiente objetivo, no dejaba de pensar en
qué había sido esa construcción y por qué quedó abandonada.
--------- EPÍLOGO ---------
Por un lado, entiendo a
los habitantes del Guadalix de 1969. Estamos hablando de un edificio de
tipología un tanto extraña, ya que no responde a la imagen de ermita que todos
tenemos en la cabeza. Su diseño es resultado de la fusión de elementos modernos
con otros más clásicos, en un intento de acercarse a un sector más tradicional.
Resulta una combinación un tanto chocante, sobre todo si nos remontamos a 40
años atrás.
Por otro lado, no
entiendo a los habitantes del Guadalix de 1969. Sé que sobre gustos no hay nada
escrito, pero a mí me parece un edificio moderno, sencillo, con espacio a su alrededor y firmado por uno de los arquitectos de mayor renombre de la época. Quizá sea
porque lo veo con una mentalidad propia de alguien que vive cuarenta años después,
pero no creo que el lugar mereciera este final.
Actual ermita de la Virgen del Espinar
El propio Miguel Fisac defendía que
la arquitectura debe estar al servicio del ser humano. Y si al ser humano no le
gusta lo que se ha construido, se levanta un nuevo templo a la virgen y asunto
resuelto.
Y aquí paz, y después
gloria.
--------- REFERENCIAS ---------
- Idealista News - Los secretos de la vivienda del arquitecto Miguel Fisac
- Jorge. De profesión, cura. La ermita del referendum
- Jorge. De profesión, cura. La ermita del referendum
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