Villaseca Bajera
Su eslogan dice: “Soria, ni te la
imaginas”. Y es cierto.
Soria forma parte de un grupo de
provincias olvidadas por el gran público (y por la administración). Dudo mucho
que sea por falta de encantos, ya que dispone de una larga lista de planes para
realizar, lugares pintorescos que visitar, edificios históricos que admirar y
parajes naturales dignos de ser disfrutados. Y si hablamos de gastronomía, Soria
tiene el privilegio de presumir, dentro de su variada carta de productos, de uno
de los aperitivos más demandados en los bares: el torrezno.
Si quisiéramos ver en un solo
viaje una pequeña muestra de todas las posibilidades que Soria ofrece al
visitante, no tendríamos más que viajar por la carretera SO-615. Su nacimiento
se ubica junto a una de las joyas de la región (y del país): Numancia, ciudad cuyos
habitantes protagonizaron la mítica resistencia contra los invasores romanos
que generó la expresión “resistencia numantina” o “resistir como en Numancia”. Recorrer
su trazado será un placer para los amantes de la gastronomía, que sin duda degustarán
el queso de Oncala (localidad situada a escasos 800 metros de la carretera). Los
aficionados a la historia se detendrán a observar el yacimiento de icnitas de
Fuentesalvo (adaptado para personas con movilidad reducida), y quienes admiren
los pueblos más bonitos de España no dudarán en aparcar el coche durante unas
horas y disfrutar de localidades como Yanguas.
A nivel paisajístico, esta carretera
sufre una transformación integral desde su comienzo, en la llanura de la Tierra
de Soria. Según se van aproximando el Puerto de Oncala y las Tierras Altas, la ruta
se vuelve sinuosa y el color verde comienza a predominar a nuestro alrededor. Inmediatamente
después, la Sierra de Alba nos anuncia el inicio de un paisaje digno de ser
visitado y recordado: la ribera del río Cidacos dota de naturaleza salvaje a
este revirado tramo, convirtiendo el recorrido en un agradable paseo entre los
árboles. La variada orografía también hará las delicias de los aficionados a la
conducción, que disfrutarán de una carretera estrecha, con curvas y rodeada de
naturaleza, aunque por desgracia no muy bien mantenida en todo su recorrido.
Hay un aspecto en el que, por suerte
o por desgracia, esta carretera también es rica: en despoblados. En torno a
esta ruta tenemos no pocas localidades que padecieron en sus carnes el éxodo
rural, causa y motivo por el cual Soria es conocida (junto con otras provincias)
como la Laponia española, ya que tiene una densidad demográfica tan baja como
la de esa inhóspita región. Y es que hay municipios con menos de un habitante
por kilómetro cuadrado.
Muchos de los pueblos que actualmente
no tienen población sufren esta situación por el difícil acceso que padecieron
durante siglos. La mayoría de ellos están situados en medio de la montaña, a gran
distancia del siguiente pueblo, conectados por caminos de herradura o escarpados
senderos y careciendo de servicios básicos como agua o luz. Estas condiciones dificultan
enormemente la vida diaria. Sin embargo, a veces nos encontramos con pueblos
que, aparentemente, no deberían tener motivos para haber acabado despoblados. Están
situados a pie de una carretera principal, cerca de otras localidades, disponían
de agua y luz… y, aun así, se quedaron sin habitantes. Bienvenidos a Villaseca
Bajera.
Mayo de 2017
Es difícil no verla. No solo está cerca de la carretera, sino que se ubica en una llanura, rodeada de campos de cultivo de cereal, como queriendo sentirse protagonista y llamar la atención de quien circula con su coche, probablemente ajeno a su presencia. Para acceder a Villaseca Bajera bastará con desviarnos unos metros circulando por otra carretera, que lo atraviesa y se pierde en la lejanía.
La comparativa aérea no deja lugar a duda: el paso del
tiempo es cruel, no perdona, y en este caso no iba a ser menos. Todos los
tejados han colapsado, y rara es la casa que aun dispone de su estructura
interior.
Afortunadamente las edificaciones son de piedra, lo que ha permitido que se conserven las fachadas: de haber sido construidas en adobe, como sucede en otras regiones, de Villaseca Bajera no quedaría actualmente prácticamente nada.
La iglesia está alejada del pueblo, completamente rodeada
por las eras, que siguen siendo trabajadas por sus propietarios. Todo apunta a
que siempre ha estado aislada y rodeada de cultivos de cereal, aunque en su
momento tuvo un camino de acceso que ya no existe. ¿Para qué iba a existir, si
ya nadie acude a rezar?
En ocasiones el paso del tiempo tiene ayuda humana, en muchos casos proporcionada por expoliadores (ladrones) que destrozan las ruinas y aceleran el proceso de derrumbe de los edificios. Todo vale con tal de que alguien luzca en su casa la portada de una iglesia medieval.
EPÍLOGO
Quizá sorprenda que haya escrito el nombre completo en todo momento. Cualquiera podría pensar que habría sido más cómodo reducir el nombre a Villaseca. Y es cierto. Pero eso induciría a la confusión, ya que Villaseca Bajera tiene una hermana: Villaseca Somera. Viven muy cerquita, a menos de dos km de distancia, y están situadas junto a la misma carretera. Parecen gemelas.
Villaseca Somera no está abandonada, al revés. Es un pueblo muy pequeñito, pero sigue completamente vivo, incluso tiene una casa rural. Esto acentúa el misterio. ¿Por qué una sí y otra no? Si ambas están situadas prácticamente en el mismo sitio y, por lógica, dispusieron al mismo tiempo de los mismos servicios ¿por qué una quedó abandonada y la otra sigue en pie?
Hay quien cree que los mejores lugares abandonados son los más grandiosos, los intactos, aquellos en los que parece que el tiempo se ha detenido. No les falta razón. Pero también hay quien cree en la magia que transmiten este tipo de lugares tan sufridos, que han padecido penurias y calamidades, que casi gritan para que alguien les haga caso y al menos acceda a pasear unos instantes por sus calles, disfrutando de rincones y paisajes como, a buen seguro, otros paisanos hicieron hace siglos.
PD: Agradeceré que, si alguien tiene información acerca de Villaseca Bajera, lo indique en los comentarios o me lo comunique por correo electrónico. Me gustaría mucho saber más acerca de esta localidad y por qué ha terminado así.
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