Estepa de Tera
"Lugar con ayuntamiento en la provincia y partido judicial de Soria (3,5 leguas), audiencia territorial de Burgos (20 leguas), diócesis de Osma (12 leguas). Situada en un valle dominado de elevadas sierras, le combaten principalmente los vientos del norte, que hacen su CLIMA frío y propenso a fiebres intermitentes y catarrales. Tiene 14 CASAS, escuela de instrucción primaria a cargo de un maestro, está dotada con 50 reales y dos fanegas y media de trigo y una iglesia parroquial. Linda con los términos municipales de San Andrés, Tera y Valdeavellano. Dentro de él se encuentran varios manantiales de buenas aguas. TERRENO: Es, en su mayor parte, quebrado y de inferior calidad. Le baña el río Tera, que corre de norte a sur por el confín de la jurisdicción. CAMINOS: Son locales, todos ásperos por la escabrosidad del terreno. El CORREO se recibe y despacha en la administración de Soria. PRODUCCIÓN: Cereales y algunas legumbres. Se cría ganado vacuno con el que se hace la labranza.
POBLACIÓN: 11 vecinos, 44 almas.
IMPUESTOS: 7,186 reales."*
*Descripción inicial extraída y adaptada del Diccionario Geográfico-Histórico-Estadístico de España, Pascual Madoz, 1845*
mayo de 2016
Los habitantes de la zona lo llaman La Estepilla, imagino que por distinguirlo de otra estepa, Estepa de San Juan, y por su reducido tamaño. Cuando ellos lo hacen por algo será, de modo que yo seré yo quien les enmiende la plana.
La Estepilla está en Suiza. No se trata de la Suiza de Los Alpes, donde Heidi hacía de las suyas, sino de la Suiza soriana. La llaman así por el verde de sus paisajes y, sobre todo, por ser en esta zona donde se elabora la muy conocida (y riquísima) mantequilla soriana. La denominación oficial es El Valle, y también es conocido como El Valle de la Mantequilla. Por falta de apodos no será.
No es de extrañar que lo comparen con Suiza: el paisaje es espectacular. No cabe duda de que las intensas lluvias de los días previos ayudaron a reverdecer la zona, y de que el sol radiante que dominaba aquella mañana contribuía a embellecer el paisaje. En cualquier caso, a El Valle le sobran méritos para destacar y merecer ser visitado.
Según se accede a La Estepilla desde Soria, destaca en primer plano la iglesia de Nuestra Señora del Pópolo. Cuesta visualizarla, ya que está completamente rodeada por maleza y árboles, como si quisiera esconderse de las visitas. No sería de extrañar: estoy convencido de que en tiempos pasados se veía mucho más esplendorosa. Si algo identifica a este edificio como la iglesia es la espadaña: el día que esta desaparezca será realmente difícil averiguar a qué corresponden estas ruinas.
iglesia de Nuestra Señora del Pópolo
Las viviendas se orientan en torno a la única calle, que sigue dirección este-oeste, alineándose todas al norte del camino. Salvo dos casas, que se intuye son mantenidas por sus propietarios, el resto de viviendas presentan un estado de absoluta ruina, quedando completamente irrecuperables. Nada queda que nos haga recordar a los antiguos pobladores de La Estepilla.
calle única
Detalles y restos de las viviendas
jardines verticales: tan modernos y tan naturales
hay que saber aprovechar todo lo que se tiene...
...y, de paso, presumir de ascensor con los vecinos
EPÍLOGO
No cabe duda de que no estamos hablando de ciudades similares en tamaño, pero sí que tiene algo de sentido comparar lo ocurrido en ambos casos. No es precisamente La Estepilla el caso más destacado de pueblo engullido por la maleza, pero no cabe duda de que, dentro de algunas décadas, apenas podrá reconocerse nada de este pueblo. Quedará reducido a montones de rocas y madera, cubiertos por una capa cada vez más densa de vegetación. Y podría ocurrir, dentro de muchos siglos, algo similar a lo sucedido con la ciudad maya recién descubierta en Guatemala: ¿Quién sabe si, con el devenir de futuras civilizaciones, nuevas tecnologías ayudan a "descubrir" pueblos como este, ocultos bajo capas de vegetación?
Estepa de Tera está condenada a la desaparición, que no al olvido.
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